
Gabón. Para llegar a Lebamba, en el sur de Gabón, se necesitan muchas horas de duro viaje por carreteras llenas de baches. Las averías ocurren a menudo y es vital estar dispuesto a realizar reparaciones improvisadas al borde de la carretera.
Las experiencias del consultor de traducciones de las Sociedades Bíblicas Unidas, el doctor Aroga Bessong, y el secretario general de la Sociedad Bíblica de Gabón, el reverendo Georges Thierry Mabiala Tchibinda, cuando viajaron a Lebamba a principios de noviembre fueron típicas. Pero el entusiasmo que encontraron entre los cristianos locales allí por la propagación de la Palabra de Dios sobrepasó con creces las dificultades del viaje.
El doctor Besson y el señor Tchibinda visitaban Lebamba para dirigir un taller con el fin de reclutar a personas que revisaran el trabajo del equipo de traducción de la Biblia al yinzébi. No se sorprendieron de que resultara ser un viaje horroroso. A pesar de la potencia de su vehículo a tracción, no pudo competir con las pobres carreteras locales, y se vieron forzados a parar dos veces para hacer reparaciones que incluyeron cambiar una rueda y tapar un agujero en el tanque de combustible. Afortunadamente, su conductor era un mecánico acostumbrado a esas condiciones.
«La segunda vez que nos vimos forzados a parar, estábamos a tan solo treinta kilómetros de Lebamba, pero estaba muy oscuro y nos encontrábamos a bastante distancia del pueblo más cercano», dice el señor Tchibinda. «Todos nos unimos en la reparación del vehículo y pronto estábamos de nuevo en camino, cantando canciones de adoración y orando para que llegáramos a nuestro destino. ¡Y, alabado sea Dios, por fin llegamos a Lebamba!»
Una vez a salvo en Lebamba, el doctor Bessong se unió al reverendo Jean-Marc Mouelé, miembro del equipo de traducción al yinzébi, para visitar iglesias locales con el fin de dar presentaciones sobre la traducción bíblica y sobre el deseo de la Sociedad Bíblica de recibir el apoyo de los cristianos locales. La respuesta fue muy positiva: treinta y dos personas se ofrecieron para participar en un taller para revisores potenciales del trabajo del equipo de traducción, considerablemente más de los veinte que los visitantes esperaban reclutar.
«Es vital que la gente pueda leer la Biblia en la lengua que verdaderamente entiende », explicó el doctor Bessong al inicio del taller. «Pero el trabajo de traducción es largo, difícil y muy costoso. ¡La traducción de la Biblia no es diferente!»
Entonces se les presentó a los participantes una serie de conceptos y tareas relacionados con el trabajo de revisor, después de los cuales completaron ejercicios prácticos. En base a su desempeño en estos ejercicios y a la entrevista con el doctor Bessong y el señor Tchibinda, se reclutó a dos personas para unirse al equipo en 2008. También se estableció una oficina local para aumentar el conocimiento sobre el proyecto entre los hablantes del yinzébi y para recaudar fondos.
Los siguientes comentarios son típicos de la respuesta positiva de los participantes:
«Esta capacitación fue muy instructiva en todos los aspectos», dijo Ngurlet Jean Bruno Magindy.
«Debido a nuestra ignorancia, a menudo malinterpretamos las cosas en la iglesia. Verdaderamente necesitamos eventos de esta clase para mejorar nuestro conocimiento. Que Dios sea adorado y que él bendiga a la Sociedad Bíblica».
«El pueblo yinzébi está perdiendo su lengua», dijo Ange Christelle Ngolo. «Alabamos a Dios porque la Sociedad Bíblica está tratando de capacitarnos a pesar de la distancia que supone. La capacitación nos ha mostrado cómo traducir un texto bíblico al yinzébi».
El doctor Besson y el señor Tchibinda se sintieron espiritualmente motivados por el entusiasmo del pueblo yinzébi, y volvieron a tener otro viaje accidentado de vuelta a Libreville, ya que el vehículo de la Sociedad Bíblica sufrió dos reventones. El docto Bessong volverá a Gabón dos veces al año para supervisar el progreso del resto del proyecto de traducción al yinzébi.
«Les animamos a que apoyen esta obra por medio de oración y donativos», dice el señor Tchibinda. «Oren para que Dios nos ayude a completar el proyecto y para que el pueblo yinzébi tenga acceso a la Palabra de Dios en su propia lengua».
Desde 1934 hasta hoy: los altibajos de un proyecto de traducciónEl trabajo de traducción de la Biblia al yinzébi comenzó en 1934, llevado a cabo por Dorothy Fairley, la esposa del reverendo Don Fairley, un misionero con la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon (Iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera de Gabón). Esta Iglesia es socia de la Sociedad Bíblica para el actual trabajo de traducción.
El Nuevo Testamento fue publicado en 1968 y reimpreso en 1978. Todavía tiene una gran demanda, pero desafortunadamente la Sociedad Bíblica ya no tiene más ejemplares.
El reverendo Jean-Marc Mouele estableció un nuevo equipo de traducción de cuatro personas en 2000. Este equipo trabajó en el Antiguo Testamento bajo la supervisión de Myles Leich, el director del ILV de Gabón. Cuando el ILV abandonó Gabón, la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon se responsabilizó del proyecto pero el progreso fue poco.
Con el fin de avivar el trabajo, se acordó una asociación entre la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon y la Sociedad Bíblica, y en julio el señor Mouele fue adscrito en comisión de servicio a tiempo completo para trabajar en el proyecto. Ahora le financia la Sociedad Bíblica, mientras que la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon proporciona el edificio donde vive y se reúne el equipo de traducción.
Además del Nuevo Testamento, se ha traducido, revisado y publicado también el Pentateuco. Los libros de los profetas menores, los siete primeros capítulos de Daniel y los libros poéticos e históricos ya se tradujeron y están a la espera de revisión. Los libros de los profetas mayores todavía no se han traducido.
Las experiencias del consultor de traducciones de las Sociedades Bíblicas Unidas, el doctor Aroga Bessong, y el secretario general de la Sociedad Bíblica de Gabón, el reverendo Georges Thierry Mabiala Tchibinda, cuando viajaron a Lebamba a principios de noviembre fueron típicas. Pero el entusiasmo que encontraron entre los cristianos locales allí por la propagación de la Palabra de Dios sobrepasó con creces las dificultades del viaje.
El doctor Besson y el señor Tchibinda visitaban Lebamba para dirigir un taller con el fin de reclutar a personas que revisaran el trabajo del equipo de traducción de la Biblia al yinzébi. No se sorprendieron de que resultara ser un viaje horroroso. A pesar de la potencia de su vehículo a tracción, no pudo competir con las pobres carreteras locales, y se vieron forzados a parar dos veces para hacer reparaciones que incluyeron cambiar una rueda y tapar un agujero en el tanque de combustible. Afortunadamente, su conductor era un mecánico acostumbrado a esas condiciones.
«La segunda vez que nos vimos forzados a parar, estábamos a tan solo treinta kilómetros de Lebamba, pero estaba muy oscuro y nos encontrábamos a bastante distancia del pueblo más cercano», dice el señor Tchibinda. «Todos nos unimos en la reparación del vehículo y pronto estábamos de nuevo en camino, cantando canciones de adoración y orando para que llegáramos a nuestro destino. ¡Y, alabado sea Dios, por fin llegamos a Lebamba!»
Una vez a salvo en Lebamba, el doctor Bessong se unió al reverendo Jean-Marc Mouelé, miembro del equipo de traducción al yinzébi, para visitar iglesias locales con el fin de dar presentaciones sobre la traducción bíblica y sobre el deseo de la Sociedad Bíblica de recibir el apoyo de los cristianos locales. La respuesta fue muy positiva: treinta y dos personas se ofrecieron para participar en un taller para revisores potenciales del trabajo del equipo de traducción, considerablemente más de los veinte que los visitantes esperaban reclutar.
«Es vital que la gente pueda leer la Biblia en la lengua que verdaderamente entiende », explicó el doctor Bessong al inicio del taller. «Pero el trabajo de traducción es largo, difícil y muy costoso. ¡La traducción de la Biblia no es diferente!»
Entonces se les presentó a los participantes una serie de conceptos y tareas relacionados con el trabajo de revisor, después de los cuales completaron ejercicios prácticos. En base a su desempeño en estos ejercicios y a la entrevista con el doctor Bessong y el señor Tchibinda, se reclutó a dos personas para unirse al equipo en 2008. También se estableció una oficina local para aumentar el conocimiento sobre el proyecto entre los hablantes del yinzébi y para recaudar fondos.
Los siguientes comentarios son típicos de la respuesta positiva de los participantes:
«Esta capacitación fue muy instructiva en todos los aspectos», dijo Ngurlet Jean Bruno Magindy.
«Debido a nuestra ignorancia, a menudo malinterpretamos las cosas en la iglesia. Verdaderamente necesitamos eventos de esta clase para mejorar nuestro conocimiento. Que Dios sea adorado y que él bendiga a la Sociedad Bíblica».
«El pueblo yinzébi está perdiendo su lengua», dijo Ange Christelle Ngolo. «Alabamos a Dios porque la Sociedad Bíblica está tratando de capacitarnos a pesar de la distancia que supone. La capacitación nos ha mostrado cómo traducir un texto bíblico al yinzébi».
El doctor Besson y el señor Tchibinda se sintieron espiritualmente motivados por el entusiasmo del pueblo yinzébi, y volvieron a tener otro viaje accidentado de vuelta a Libreville, ya que el vehículo de la Sociedad Bíblica sufrió dos reventones. El docto Bessong volverá a Gabón dos veces al año para supervisar el progreso del resto del proyecto de traducción al yinzébi.
«Les animamos a que apoyen esta obra por medio de oración y donativos», dice el señor Tchibinda. «Oren para que Dios nos ayude a completar el proyecto y para que el pueblo yinzébi tenga acceso a la Palabra de Dios en su propia lengua».
Desde 1934 hasta hoy: los altibajos de un proyecto de traducciónEl trabajo de traducción de la Biblia al yinzébi comenzó en 1934, llevado a cabo por Dorothy Fairley, la esposa del reverendo Don Fairley, un misionero con la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon (Iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera de Gabón). Esta Iglesia es socia de la Sociedad Bíblica para el actual trabajo de traducción.
El Nuevo Testamento fue publicado en 1968 y reimpreso en 1978. Todavía tiene una gran demanda, pero desafortunadamente la Sociedad Bíblica ya no tiene más ejemplares.
El reverendo Jean-Marc Mouele estableció un nuevo equipo de traducción de cuatro personas en 2000. Este equipo trabajó en el Antiguo Testamento bajo la supervisión de Myles Leich, el director del ILV de Gabón. Cuando el ILV abandonó Gabón, la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon se responsabilizó del proyecto pero el progreso fue poco.
Con el fin de avivar el trabajo, se acordó una asociación entre la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon y la Sociedad Bíblica, y en julio el señor Mouele fue adscrito en comisión de servicio a tiempo completo para trabajar en el proyecto. Ahora le financia la Sociedad Bíblica, mientras que la Eglise de l’Alliance Chrétienne et Missionaire du Gabon proporciona el edificio donde vive y se reúne el equipo de traducción.
Además del Nuevo Testamento, se ha traducido, revisado y publicado también el Pentateuco. Los libros de los profetas menores, los siete primeros capítulos de Daniel y los libros poéticos e históricos ya se tradujeron y están a la espera de revisión. Los libros de los profetas mayores todavía no se han traducido.